26/5/18

CORREA REPARTICIÓN

CORREA DE DISTRIBUCIÓN.







La correa de distribución o comúnmente llamada de repartición, es el elemento que transmite el movimiento circular del cigüeñal hacia el o los ejes de levas, accionando las válvulas de admisión y de escape, algunas correas de distribución también accionan otros componentes del motor como la bomba de agua o las bombas mecánicas de inyección de combustible, en motores diésel.
Al estar conectados a la correa de distribución estos elementos, deben de estar en buenas condiciones.
La puesta a punto de la correa de distribución es un factor de suma importancia a la hora de reemplazarla, ya que además de que el motor quede con con fallas, puede ocasionar daños graves y costosos.

Cada elemento móvil accionado por la correa tiene que estar en un punto determinado antes de instalarla, para que de este modo, todos los elementos del motor puedan funcionar sin interferencia o desfases que ocasionen ruidos, una correa de distribución mal instalada, puede dar lugar a una pérdida de potencia si el desfase es pequeño, pero si este es grande, es probable que las válvulas y los pistones puedan llegar a chocar, causando graves averías internas en el motor, las cuales según el vehículo se deberá reemplazar por piezas nuevas y reparar la culata.

Para tener una idea clara, se debe tener en cuenta que tipo de distribución tiene su vehículo, de esto dependerá el cuidado y mantenimiento que debe tener la correa de distribución. 


Entonces, según el tipo de vehículo, la distribución, el diseño y la forma de construir un motor cambian, contando con tres tipos fundamentales de distribución: OHC, OHV y DOHC


• El Sistema OHV (Over Head Valve) tiene el eje de levas en el bloque, con las válvulas dispuestas en la culata, logrando que la transmisión del movimiento del cigüeñal hacia el árbol de levas, sea dado por dos piñones (o un tercero intermedio) o por una cadena de corta longitud, no hay necesidad de mantenimiento (estimado cada 200.000 kilómetros)
Este sistema dejó de ser utilizado a principios de los años ’90, la mayoría vehículos americanos.


• El sistema OHC (Over Head Cam) cuenta con el árbol de levas y las válvulas en la culata, conllevando a un cierre y apertura de válvulas con mayor precisión. La mayoría de motores utilizan este sistema desde 1990 a la autualidad.


• DOHC, doble eje de levas en la culata, TWINCAM también existen cuatro eje de levas en la culata seria QUADCAM
Existen los llamados motores de no interferencia, o con relación de compresión baja, 9:1, en los que las válvulas y los pistones no llegarían a chocar y donde la rotura de la correa no tendría mayores consecuencias, que una nueva correa y puesta a punto de la distribución.
Los motores a gasolina con relaciones de compresión superiores a 10:1, siempre golpearan las válvulas con las cabezas de los pistones, cuando se rompe la correa de distribución
Las correas de distribución tienen dos caras. La interna es dentada y es la que arrastra los piñones que tienen que ir perfectamente sincronizados, la externa es lisa y en esta cara se apoyan los patines tensores, que hacen que la correa quede tensada. Existen otros elementos como la bomba de agua, que no tienen la necesidad de girar en absoluta sincronía, pero que cuando se frenan ocasionan la rotura de la correa.


La correa de distribución es un elemento de mantenimiento preventivo, aunque sus cambios se extiendan más en el tiempo cada 5 años o 60.000 KM y sean una de las operaciones de mantenimiento más costosas del vehículo.
 

El tiempo o kilometraje para cambiar la correa de distribución, está determinado por el fabricante y oscila entre los 60.000 kilómetros, respetar el tiempo sin necesidad de llegar al kilometraje es importante para evitar roturas de la correa, que se deteriora con el paso del tiempo, y las condiciones ambientales.




Hay una serie de condiciones que hacen que sea recomendable cambiarlas antes de tiempo recomendado.

• Quienes hacen muchos recorridos cortos en ciudad, al igual que quienes viven en climas extremos (por frío o calor) o quien mantiene el vehículo en la calle es decir no parquea en sitios cerrados o se desplaza en ambientes muy polvorientos, con lluvias o con barro.


• En caso de que nos movamos frecuentemente en la ciudad como Bogotá, deberemos acortar este kilometraje en un 20%, ya que la correa está “funcionando” aunque el vehículo no recorra kilómetros, por ejemplo en trancones, semáforos, vías en mal estado, etc. Un ejemplo claro: si el fabricante dice que hay que cambiar la correa cada 60.000 km, no es lo mismo recorrerlos en 6º velocidad a 2.000 RPM por la  a 120 km/h por la autopista, que recorrerlos en ciudad a lo largo de miles de arranca-paradas, sin pasar de 3º velocidad en trayectos cortos.


• El fabricante del vehículo también recomienda un tiempo máximo de cambio de correa. En caso de no indicarlo, cada 5 años sería recomendable cambiarla, tambien es recomendado en vehículos que duran mucho tiempo parados.


• Conducción en condiciones exigentes, muy polvoriento, fuera de carretera, muy húmedos, etc. deberíamos revisar o cambiar la correa cada 4 años. Si no se cumplen los 4 años, deberemos controlar también los kilómetros y rebajar un 20% el periodo en kilómetros recomendado por el fabricante.


• Tensión de la correa, la correa de la distribución debe estar correctamente tensada, por ello debemos estar atentos a ruidos que aparecen y desaparecen, normalmente es deterioro de los tensores, si escuchamos algún ruido anormal y fuerte, cuando el vehículo está al ralentí o al acelerar, es posible que algún tensor esté avisando su deterioro, si no estamos en condiciones de averiguar el origen del ruido, deberíamos llevar el motor a revisar,
con una inspección visual de la correa podemos detectar problemas, si estos son evidentes, pero si presenta agrietamientos, decoloración, desprendimientos, ligeras roturas o desgaste, lo mas aconsejable es cambiarla para evitar males mayores.
Igualmente, si compramos un vehículo usado y no estamos seguros del mantenimiento que se le haya realizado, es aconsejable cambiar la correa, así como los líquidos y filtros, para asegurarnos del correcto mantenimiento del vehículo.


A la hora de cambiar la correa de distribución, es de suma importancia no ahorrar en gastos y sustituir todos los elementos relacionados en la distribución, bajo una inspección minuciosa de los componentes que intervienen, como la bomba de agua si aplica, deberemos cambiar todos los tensores, afortunadamente se consigue el kit de distribución.
También es conveniente reemplazar los retenes de aceite de los árboles de levas y del cigüeñal, para evitar posibles fugas, el aceite acelera el deterioro de la correa.


En muchos motores la bomba de agua, es movida por la correa de la distribución. Y una simple avería de la bomba de agua puede ocasionar el rompimiento de la correa, Siempre que se reemplace la correa de distribución, exija una inspección minuciosa de la bomba de agua, y además la bomba de agua se debe en ocasiones mover para dar tensión a la correa, y es cuando se debe reemplazar el sello de la bomba, para evitar fugas de refrigerante posteriores al cambio.
Algunos vehículos en vez de correa dentada llevan una cadena de distribución. A la hora de comprar el vehículo, es posible que le hayan dicho que la cadena es indestructible y que nunca se cambia, solo cuando se repara el motor. Algunos fabricantes establecen periodos de cambio de más de 200.000 km. Pero lo que no tiene una duración tan prolongada son los tensores y guías de cadena o los piñones de las cadenas.
Es verdad que la cadena tiene sus ventajas, sobre todo en términos de fiabilidad, y duración, pero tampoco debemos olvidarnos de los demás componentes, ya que los tensores están sometidos a mucho más esfuerzo y desgaste, necesitando inspección, atencion sobre todo a los ruidos anormales del motor, además, la cadena sufre un desgaste minimo, y con el uso puede ir “estirándose”, lo que hace que pierda tensión y se vuelva más ruidosa, pudiendo provocar una avería, esto ocurre con mayor frecuencia sobre todo cuando el conductor es aficionado a llevar el motor a altas RPM.

Si escuchamos un “tintineo” cuando el motor está al ralentí, deberemos llevar a revisar el vehículo.


No hay un precio “estándar” para el cambio de correa, ya que depende muchísimo del vehículo y el motor que tenga dispuesto, estamos hablando de un trabajo que puede oscilar entre los 300.000 y los 500.000 pesos, para un “vehículo normal”, ya que el precio del kit y el precio de mano de obra requerida son muy variables.
El precio de la reparación si llega a producirse la avería y la rotura de la correa de distribución se sale de costos, lo más probable es que destrocemos parte del motor, al chocar el movimiento de las válvulas con el movimiento de los pistones, es una lotería y la avería puede ser desde 800.000 a unos 2.000.000 de pesos, dependiendo del tipo de motor y la suerte que tengamos.


WILDER BLANCO
MECATRONNIX





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